

REBECCA - Paul Strand
Paul Strand realizó un centenar de retratos de su esposa Rebecca entre 1920 y 1932. La serie estaba tan fuertemente influida por el célebre retrato ampliado que Alfred Stieglitz hizo de su esposa, Georgia O'Keeffe, que el proyecto paralelo de Strand, llevado a cabo en estrecho contacto con su amigo y mentor, puede considerarse un acto implícito de homenaje.
El largo aprendizaje artístico de Strand con respecto a Stieglitz, iniciado con sus visitas a la galería de éste en 1913, llegó a su fin con el conjunto de retratos que hizo de Rebecca en 1922-23. Mientras que sus intentos anteriores parecían tensos porque sus largas exposiciones requerían un reposacabezas -la "virgen de hierro" de la práctica de estudio-, en 1922 Strand fotografió a su esposa en la cama. Mientras que sus primeros intentos parecían forzados porque sus largas exposiciones requerían un reposacabezas -la "virgen de hierro" del estudio-, en 1922 Strand fotografió a su mujer en la cama. La eliminación de la restricción anterior y la nueva posición supina permitieron a Strand rechazar el formato vertical del retrato tradicional y encuadrar con audacia, únicamente al dictado de su deseo.
La libertad del artista y la relajación de su modelo, intensificadas por su profundo vínculo emocional, dieron como resultado un retrato de extraordinaria sensibilidad e inmediatez, una respuesta fresca pero segura a la esbelta elegancia formal. Así, la empresa modernista, el ejemplo de Stieglitz y el talento de Strand encontraron una resolución pacífica y una unión inolvidable en la presencia respirante de Rebecca Strand, estrechamente recortada y encuadrada en diagonal.
Publicado por la Galería Robert Miller, 2006
25 cm x 32 cm, buen estado
ISBN 978-0944680483
Paul Strand realizó un centenar de retratos de su esposa Rebecca entre 1920 y 1932. La serie estaba tan fuertemente influida por el célebre retrato ampliado que Alfred Stieglitz hizo de su esposa, Georgia O'Keeffe, que el proyecto paralelo de Strand, llevado a cabo en estrecho contacto con su amigo y mentor, puede considerarse un acto implícito de homenaje.
El largo aprendizaje artístico de Strand con respecto a Stieglitz, iniciado con sus visitas a la galería de éste en 1913, llegó a su fin con el conjunto de retratos que hizo de Rebecca en 1922-23. Mientras que sus intentos anteriores parecían tensos porque sus largas exposiciones requerían un reposacabezas -la "virgen de hierro" de la práctica de estudio-, en 1922 Strand fotografió a su esposa en la cama. Mientras que sus primeros intentos parecían forzados porque sus largas exposiciones requerían un reposacabezas -la "virgen de hierro" del estudio-, en 1922 Strand fotografió a su mujer en la cama. La eliminación de la restricción anterior y la nueva posición supina permitieron a Strand rechazar el formato vertical del retrato tradicional y encuadrar con audacia, únicamente al dictado de su deseo.
La libertad del artista y la relajación de su modelo, intensificadas por su profundo vínculo emocional, dieron como resultado un retrato de extraordinaria sensibilidad e inmediatez, una respuesta fresca pero segura a la esbelta elegancia formal. Así, la empresa modernista, el ejemplo de Stieglitz y el talento de Strand encontraron una resolución pacífica y una unión inolvidable en la presencia respirante de Rebecca Strand, estrechamente recortada y encuadrada en diagonal.
Publicado por la Galería Robert Miller, 2006
25 cm x 32 cm, buen estado
ISBN 978-0944680483
Paul Strand realizó un centenar de retratos de su esposa Rebecca entre 1920 y 1932. La serie estaba tan fuertemente influida por el célebre retrato ampliado que Alfred Stieglitz hizo de su esposa, Georgia O'Keeffe, que el proyecto paralelo de Strand, llevado a cabo en estrecho contacto con su amigo y mentor, puede considerarse un acto implícito de homenaje.
El largo aprendizaje artístico de Strand con respecto a Stieglitz, iniciado con sus visitas a la galería de éste en 1913, llegó a su fin con el conjunto de retratos que hizo de Rebecca en 1922-23. Mientras que sus intentos anteriores parecían tensos porque sus largas exposiciones requerían un reposacabezas -la "virgen de hierro" de la práctica de estudio-, en 1922 Strand fotografió a su esposa en la cama. Mientras que sus primeros intentos parecían forzados porque sus largas exposiciones requerían un reposacabezas -la "virgen de hierro" del estudio-, en 1922 Strand fotografió a su mujer en la cama. La eliminación de la restricción anterior y la nueva posición supina permitieron a Strand rechazar el formato vertical del retrato tradicional y encuadrar con audacia, únicamente al dictado de su deseo.
La libertad del artista y la relajación de su modelo, intensificadas por su profundo vínculo emocional, dieron como resultado un retrato de extraordinaria sensibilidad e inmediatez, una respuesta fresca pero segura a la esbelta elegancia formal. Así, la empresa modernista, el ejemplo de Stieglitz y el talento de Strand encontraron una resolución pacífica y una unión inolvidable en la presencia respirante de Rebecca Strand, estrechamente recortada y encuadrada en diagonal.
Publicado por la Galería Robert Miller, 2006
25 cm x 32 cm, buen estado
ISBN 978-0944680483